LA LENGUA DE BRUNO ZEVI
Para ellos (ciertos críticos) la obra de arte no es un objeto para gozar,
amar y consumar, un enriquecimiento para siempre, sino una ocasión que se presenta a los
pensadores de profesión para que se deleiten con su propio saber, sus propias sutilezas
y habilidades dialécticas. Ellos son
generosos, y desearían que compartiésemos con ellos el placer que encuentran en
ejercitar sus propias funciones sobre la obra de arte. Lamentablemente no es
eso lo que le pedimos al crítico. Este debería volvernos hambrientos y
sedientos por la obra de arte, debería hacérnosla degustar, ayudarnos a pensar
en ella y no en el crítico.”

Comentarios
Publicar un comentario