Hacer arquitectura es tener un acuerdo
tácito con la historia. Es el resultado de una dura práctica en busca de lo
esencial. La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido
transmitiendo en el curso de la historia, que, a su vez, la añeja y la
enriquece, incorporándola. Es un acto profundamente culto, pues no se recrea lo
que no se conoce. Por el contrario, es el conocimiento el que permite la
escogencia y la selección. Y este es el gran momento de la creación.
Hacer arquitectura es recrear
elementos que ya existen. No se inventan los patios, las atarjeas, los vanos ni
las transparencias, el zaguán los patios ni las plazas. Es también la mirada
que recorre con rigor y entusiasmo las pequeñas cosas de la vida, que sublima
lo cotidiano, que resuelve bien, por ejemplo, una ventana porque a través de
ella entra el paisaje, o que al diseñar un patio sabe que desde allí descubre
el hombre las estrellas y le dan un límite al infinito.
(Rogelio Salmona. En: Ricardo L.
Castro (1998). Rogelio Salmona.
Bogotá, Villegas Editores, p. 49).
Rogelio Salmona. Biblioteca Virgilio Barco. Bogotá (foto: Profesor Roberto Castillo)
Muy bueno Don Luis
ResponderEliminar" es el conocimiento el que permita la escogencia y la selección. Y este es el gran momento de la creación"