Comentario inicial
El texto que
sigue a continuación es un extracto de la investigación “Teorías y
arquitecturas en plural. Mirando la tradición” (UCV-FAU, 2019) presentado el 2
de mayo de 2019 para aspirar ascender al escalafón en categoría de Profesor
Titular. El trabajo fue evaluado por las profesoras Beatriz Hernández y
Aguedita Coss (FAU-UCV) y por la profesora Sandra Pinardi (USB). El proceso de
presentación tuvo sus contratiempos pero finalmente el jurado otorgó al trabajo
Mención Honorífica.
La
investigación es fundamentalmente un análisis crítico de textos y autores, contrastando
ciertas inflexiones históricas claves en la arquitectura y en su teoría a
partir del siglo XVII hasta nuestros tiempos. El núcleo de la investigación se
centra en el contraste entre aquellas aproximaciones que han intentado transformar
a la arquitectura y a su teoría en ciencia y otras que se insertan en una rica
tradición autónoma. Los dos textos que se comentan a continuación son expresión
de la segunda postura.
Bruno Zevi. 1979. Architettura
in nuce. Firenze, Sansoni.
Stanley Abercrombie. 1986. Architecture
as art. New York, Icon Editions.
A
estas alturas no hay dudas acerca de la pluralidad de teorías
que tratan acerca de la arquitectura.
El naufragio de la tradición opera en dos sentidos. Por
una parte se puede decir que la arquitectura puede perder asideros entrañables.
En otro sentido, este mismo síntoma opera como un reto para reconsiderar
conceptualmente que es lo que pueden ser tanto la arquitectura como la teoría. Se
trata entonces de recuperar el foco perdido.
Este reto ocupa la casi totalidad de los escritos del
historiador Bruno Zevi (1918-2000). Escritor prolífico y siempre polémico.
Uno de los textos de Zevi es Architettura in nuce (1979. Primera edición: 1972). El título alude
al núcleo de la arquitectura. El libro comienza con un capítulo dedicado a las
definiciones. Luego aborda la historiografía y la historia. Aunque no aparece
en los títulos de los capítulos el tema de la teoría tiene un importante papel.
Sin embargo, cabe decirse que más que colocarse en el
núcleo de la arquitectura, Zevi lo que hace es colocarse en el centro de los
debates históricos y estéticos de los siglos XIX y XX. Zevi se preocupó siempre
por la arquitectura como valor artístico. Y lo hizo en un contexto en el que el
debate se centraba en amplios problemas ideológicos y políticos; la Italia de
la segunda postguerra mundial.
Zevi es expresión de una lucha. Por una parte están
aquellos que impulsan la cientificidad de la arquitectura. Él se opone a este
camino y reivindica la artisticidad. El primer camino clama por principios y
verdades. Al contrario, Zevi valoriza profundamente arquitectos y obras
maestras.
Los dos siguientes textos, Architecture
as art (1986. Primera edición: 1984) del estadounidense Stanley Abercrombie
y La experiencia de la arquitectura.
Sobre la percepción de nuestro entorno (2000. Primera edición: 1959) del
danés Steen Eiler Rasmussen, se apartan de cualquier polémica crítica y van al
grano, a ese núcleo central que conforman los temas de la arquitectura y de las
teorías.
Así como los textos y temas tratados en el
punto anterior, estos textos están orientados a la formación de estudiantes de
educación media y universitaria de pregrado. En los comentarios que hacen
Cortazar, Abercrombie y Rasmussen el lenguaje empleado es claro y simple. No
abundan referencias bibliográficas ni citas cultas ni complejas categorías de
la jerga académica. Y es justamente por este rasgo, que estos autores y sus
textos nos permiten internarnos en otro tipo de aproximaciones a la teoría.
En el caso de Architecture
as art (1986) de Stanley Abercrombie se abordan temas en la inevitable
tradición de la tríada vitruviana. Tal es el caso de forma y función. Otros,
como el de orden, son aspectos que si bien se originan en la tradición clásica
son temas que han traspasado su contexto original, pasando a ser temas de
reflexión para la arquitectura y temas inherentes al proyecto arquitectónico. Un
tema clave es el del tamaño en la arquitectura; aspecto clave al destacar la
relación entre nuestras dimensiones y aquellas de los edificios (la escala
humana). El tema es objeto de reflexión teórica porque como ya hemos señalado
anteriormente a pesar que las dimensiones se expresan con exactitud numérica,
no hay ningún patrón establecido que nos brinde una aproximación científica a
esta variable.
El tamaño genera un efecto y este puede significar placer
estético. Abercrombie se detiene en las distinciones entre tamaño de la masa y
del espacio y también en el de los elementos estructurales. Finalmente, el
tamaño se asocia también al poder que puede emanar de la arquitectura. (2).
Tanto este texto como el siguiente
se caracterizan por tratar las categorías teóricas de análisis a través de las
mismas obras. En el texto podemos encontrar arquitecturas del siglo XX o bien
muy antiguas, dibujos y fotografías, plantas y esquemas. El texto concluye
comentando tres relaciones claves de la arquitectura que propone el autor. Son
relaciones del edificar: edificar la tierra, edificar al ser humano, y edificar
a la arquitectura misma. (Abercrombie, 1986: 166). La primera relación atañe al
peso y a la gravedad. Los efectos de masa, los retos estructurales, las masas y
los volados entran en esta primera relación. La relación con nosotros tiene que
ver con nuestro tamaño y con los elementos arquitectónicos que nos permitan
desenvolvernos en la arquitectura. Habitaciones, puertas, cerraduras tienen que
ser diseñadas todas de acuerdo a nuestras características. Por último, “cada exitoso trabajo de
arquitectura es una nueva y coherente totalidad” (Abercrombie, 1986: 169). La
arquitectura edifica su propio tiempo y lugar en forma coherente. Así; “debemos ser capaces de
entender su significado, porque, en otro sentido como mundo, debe mantener unidas,
las partes a las partes y las partes al todo.” (Ídem). Así termina el libro:
(…) Permanece en el arte de la arquitectura algo que
evade el análisis, algo que nos toca en las partes más secretas de nuestras
mentes, algo más allá de la utilidad, pero también más allá de todo lo que es
racional y cotidiano. No podría ser de otra manera para nuestro arte más grande;
resistente, complejo, permanente y poderoso. (Ídem). (3) (4).
De este
texto, así como de otros que hemos analizado se puede convenir que son formas
de aproximación a la arquitectura completamente alejadas a aquellas de las
ciencias naturales, en donde lo que prevalece es la exactitud y precisión de lo
que se estudia y la transmisión igualmente precisa de leyes. En la arquitectura
como materia de estudio, de ejercicio y de experiencia parece exigir una
aproximación distinta a la que obliga el estudio científico.
Comentario final
El
trabajo continúa analizando con mayor detalle el texto del danés Steen
Eiler Rasmussen La experiencia de la arquitectura (Madrid, Mairea/Celeste: 2000).
Publicaciones anteriores del blog comentan
igualmente este magnífico texto.
Notas
(1) La presentación fue pospuesta varias veces La fecha
de presentación se cruzó con el largo período de los apagones nacionales y con
el 30 de abril, una más de aquellas jornadas de alto impacto en lo político y
llenas de interpretaciones. Sumado a esto, y con convocatorias a defensa ya
oficialmente definidas previamente, el jurado evaluador exigió la presentación
de un texto adicional.
(2) En un sentido se puede decir que el tamaño de la
arquitectura debe ser suficiente como para permitirnos desenvolvernos en ella.
Pero de allí en adelante las dimensiones están solo sujetas a consideraciones
arquitectónicas.
(3) Estos son los capítulos del
texto de Abercrombie: Introduction-architecture as art, the size of architecture,
the shape of architecture, the shapes within architecture, placement, function,
perception, the meaning of architecture, architectural order, conclusion-three
relationships.
(4)
Todas las traducciones del texto de Abercrombie han sido elaboradas por mí.
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