En
El Ogro filantrópico Octavio Paz
escribe:
La
excepción es el premio del artista y el castigo del científico. (Paz, 1983:
38).
Con estas palabras –muy pocas- ha establecido la oposición entre ciencia y arte.
Es la misma que existe entre singular y universal, entre práctica y teoría. Cabría decir que esa excepción-premio del artista no obedece ni a principios pero tampoco a la casualidad. Es excepción porque acentúa, porque destaca. Es palabra o conjunto de palabras que nos expulsan de la rutina y son capaces de colocarnos ante la belleza, ante profundas meditaciones y reflexiones.
Es la misma que existe entre singular y universal, entre práctica y teoría. Cabría decir que esa excepción-premio del artista no obedece ni a principios pero tampoco a la casualidad. Es excepción porque acentúa, porque destaca. Es palabra o conjunto de palabras que nos expulsan de la rutina y son capaces de colocarnos ante la belleza, ante profundas meditaciones y reflexiones.
La
excepción poética es cálida, corporal.
En
forma opuesta, descubrir un día un cisne negro derrumba la afirmación teórica
de que todos los cisnes son blancos. Una sola excepción hace que la teoría se venga
abajo. Castigo para la ciencia. A partir de allí no queda otra que seguir
intentando elaborar nuevas teorías; descripciones del universo que siempre
revelen los principios de los hechos particulares.
La
fuerza de la ciencia es la constante comprobación de unos enunciados. Como dice
Paz, lo único –lo excepcional- es aquí un castigo.
Continuaré con esto.
Y lo haré reuniendo algunas obras de arquitectura y un conjunto de guitarristas y sus formas excepcionales de tocar el instrumento. En ambos casos -arquitectura y música- el premio es también para nosotros. Descubrimos formas excepecionales, únicas. Nos deleitan.
Tanto las casas como los guitarristas comparten un contexto de actuación. En el caso de las viviendas el contexto es el de la arquitectura moderna, y las casas son todas piezas aisladas. Por otra parte, los interpretes musicales tocan el mismo instrumento. Solo hasta aquí llegan las similitudes. Las piezas -obras únicas- no son equiparables y parte de su encanto lo conforma esas respuestas que se apartan del hábito, de lo esperado, de lo convencional.
Cada excepción es una forma única, ligada indisolublemente a la mano y a la cabeza del autor. Son los premios del arte.
Si se tratara de ciencia, serían anomalías.
NUEVE CASAS MODERNAS
Y lo haré reuniendo algunas obras de arquitectura y un conjunto de guitarristas y sus formas excepcionales de tocar el instrumento. En ambos casos -arquitectura y música- el premio es también para nosotros. Descubrimos formas excepecionales, únicas. Nos deleitan.
Tanto las casas como los guitarristas comparten un contexto de actuación. En el caso de las viviendas el contexto es el de la arquitectura moderna, y las casas son todas piezas aisladas. Por otra parte, los interpretes musicales tocan el mismo instrumento. Solo hasta aquí llegan las similitudes. Las piezas -obras únicas- no son equiparables y parte de su encanto lo conforma esas respuestas que se apartan del hábito, de lo esperado, de lo convencional.
Cada excepción es una forma única, ligada indisolublemente a la mano y a la cabeza del autor. Son los premios del arte.
Si se tratara de ciencia, serían anomalías.
NUEVE CASAS MODERNAS
Los
arquitectos modernos se concentraron en el proyecto del componente repetitivo
por excelencia: la vivienda. Es uno de los principales aportes de la arquitectura
moderna: haber puesto este tema en el centro mismo de las búsquedas de una
nueva arquitectura. Esta novedad va a significar una visión más amplia y
democrática de la arquitectura pero también otro aspecto que Christian Norberg-Schulz destaca.
Para
Norberg-Schulz, arte y arquitectura
hacen visible el mundo. Pero también construyen ese mundo. La arquitectura moderna
más que representar formas de vida, nos ofrece nuevas formas de vida. Las
búsquedas de proyectos emblemáticos de algunos maestros conducen a nuevas realidades:
la planta libre (Le Corbusier), la forma abierta (Mies) y la casa natural (Wright)
(Norberg-Schulz: 2005).
En contra
de ciertos determinismos, la arquitectura moderna no ha sido solo la expresión
de ciertos modelos ideológicos que se determinan de antemano. Ha sido también un
amplio escenario que ofrece formas de vida diversas y variadas. Como diría Aldo
Rossi, no ha sido solamente condicionada sino condicionante y creadora.
Esto
ha producido una hermosa paradoja. La vivienda, el tema repetible y aparentemente
seriado, ha sido objeto de una concienzuda y variadísima exploración.
Así,
son muchos los arquitectos modernos que han realizado estupendas viviendas
aisladas, pequeñas en su realidad física y en su visibilidad geográfica. No por
eso han dejado de significar un importante aporte a la historia de la
arquitectura. (1)
Se
perfila entonces un alcance mayor que aquel de impulsar una única arquitectura
universal y homogénea para todo el universo. Los arquitectos modernos abren
todas las brechas posibles de actuación y dan cabida a la excepción.
La
arquitectura moderna, que en un sentido quiso equipararse a la ciencia moderna,
buscó con ahínco la unidad de las propuestas. Sin embargo, en la práctica
histórica esa unidad nunca se logró y en cambio encontró otra virtud: la
variedad democrática de las propuestas.
La
arquitectura clásica, en la teoría y en la práctica, es una de patrones muy
definidos. La arquitectura del eclecticismo y típica del siglo XIX y parte del
XX, es abundante en estilos y, muchas veces, monótona en sus propuestas de
fondo. La arquitectura moderna, a veces dogmática, otras
veces contradictoria nos ofrece sin embargo un abanico de propuestas nuevas
sobre las cuales todavía queda mucho por valorar.
En
la siguiente imagen se pueden ver fotos de nueve notables casas del siglo XX. Son
todas muy diferentes, y son todas exploraciones dignas de resaltar. Las
coloco en orden cronológico.
DOCE GUITARRISTAS DOCE
FORMAS DE HACER MÚSICA
Más abajo incluimos fotos de
doce guitarristas. Ya sabemos que hay una variedad de guitarras y una variedad
de géneros musicales que emplean este instrumento. Sin resistir, vamos a describir brevemente las
particularidades que observamos en cada uno de ellos. Antes aclaro que me
encanta la música pero no tengo conocimiento especializado alguno .
1-John McLaughlin (1942.
Doncaster, Inglaterra). Guitarrista de jazz. En la foto emplea una guitarra de
dos mástiles, instrumento empleado por rockeros y muy poco en el jazz.Este dispositivo permite tocar dos guitarras a la vez.
2-Django Reinhardt (1910.
Liberchies, Bélgica). Gitano y dedicado al jazz. De joven Django tuvo un grave
accidente. Se incendio su casa. Dos dedos de su mano izquierda
quedaron encogidos de por vida. Tuvo que inventar una nueva forma de tocar la
guitarra. Los dedos lesionados alcanzaban las cuerdas más próximas, pero solo
esas.
3-Jimmy Hendrix (1942.
Seattle, EEUU). El gran guitarrista del rock. ¡Zurdo! Y esa no es la única de
sus particularidades. Gracias a Hendrix,
existen guitarras hechas para zurdos ¡Únicamente eléctricas! Y esto obedece a
dos cosas. En primer lugar, esa que llamamos guitarra española o acústica es
simétrica. De modo, que si el intérprete zurdo requiere girar la guitarra 180
grados en el plano vertical lo único que debe hacer es invertir el orden de las
cuerdas. Al girar la guitarra, las cuerdas más delgadas quedarán en la parte
superior. Para llevarlas a una posición más cómoda, se invierte el orden.
En cambio, la guitarra
eléctrica no es simétrica. Las clavijas para afinar las cuerdas se encuentran
en la parte superior izquierda, mientras la palanca del vibrato queda del lado derecho-inferior para que el instrumentista la emplee simultáneamente
a la acción sobre las cuerdas. En este caso cuando se gira la guitarra, las
clavijas de afinación quedan por debajo y la palanca de vibrato queda arriba, en posición casi imposible de ser empleada.
Ante la celebridad de
Hendrix, muchos zurdos se zafaron de la dictadura de la forma usual de emplear
el instrumento y las casas fabricantes comenzaron a construir guitarras para
zurdos.
Valga aquí el comentario: no hemos encontrado guitarristas zurdos reconocidos ni en jazz ni en la música académica. Dato curioso.
Valga aquí el comentario: no hemos encontrado guitarristas zurdos reconocidos ni en jazz ni en la música académica. Dato curioso.
Ya ahora podemos explicar la
llamativa excepción de la forma de tocar de Hendrix más allá de tocar a la
zurda: no invertía las cuerdas. Las dejaba tal cual estaban. Esto implica que su
mano derecha pisa las cuerdas más delgadas en la parte superior del mástil, a
todas luces una posición contra natura.
Sobre esto, solo podemos
decir una cosa. Si se analiza el
asunto en abstracto la lógica nos diría que lo que hacía Hendrix resulta si no
imposible al menos inconveniente. Sin embargo, lo único que cuenta es la
maestría artística de Hendrix, esa misma que lo llevaba a tocar la guitarra con
sus dientes o sobre sus espaldas. Él lo hizo –excepción pura y dura- y eso es
lo que cuenta.
4-Doyle Bramhall II (1968.
Dallas, EEUU). Del mundo del rock y de otra generación que la de Hendrix. No es
una estrella, pero ha tocado con dos: Roger Waters y Eric Clapton. ¿Cuál es su excepción?
La misma de Hendrix, y no por repetirse deja de serlo.
5-Pat
Metheny (1954. Lee's Summit, EEUU). De mis preferidos. Aclamado guitarrista y creador de
músicas. Ya avanzada su carrera, ha incorporado una novedad en algunas de sus
interpretaciones: la guitarra Picasso.
Al verla se descubre porqué se llama así: tiene diversos mástiles que se cruzan
unos encimas de otros y en ellos se incluyen hasta cuarenta cuerdas. Ver al
instrumento y ver a Pat interpretarlo es toda una experiencia. El sonido
recuerda el de un arpa. Tocando guitarras convencionales –eléctricas y acústicas-
es un prodigio.
6-Ralph
Towner (1940. Chehalis, EEUU). Vean la foto de Towner y la de Pepe Romero. Las posiciones
son muy similares. Es aquella de librito del guitarrista académico que incluye
un pequeño escalón de unos diez centímetros para apoyar el pie derecho. Romero
es un guitarrista académico, pero Towner lo es de jazz. En este contexto, es
raro ver al interprete sentado y más en esta posición.
7-Jimmy
Page (1944. Heston, Inglaterra). Celebridad de un grupo célebre: Led Zeppelin.
Lo vemos en la foto empleando el arco, tocando su guitarra eléctrica como si
fuese un violín. Maestría pura. Excepción excepcional.
8-Pepe
Romero (1944. Málaga, España). De tierras en donde la guitarra está en el aire.
Al ver la foto no hay nada excepcional. Un señor –muy serio- en una postura correctísima.
Para apreciar la excepción en el arte de Romero hay que oírlo. Es el mejor
guitarrista de todos los tiempos. No me crean, pongan youtube y dedíquense a escuchar a este prodigio.
9-Stanley Jordan
(1959. Chicago, EEUU). Si se trata de colocarlo en alguna casilla probablemente
será en la del jazz. Sin embargo, la etiqueta no le calza del todo. Es la
primera excepción. La segunda está en su particular y habitual forma de tocar:
con ambas manos pisa las cuerdas.
Así, produce dos grupos de notas en forma simultánea. Stanley toca la guitarra
como su fuese un piano.
10-Kaki King
(1979. Atlanta, EEUU). Kaki es la auténtica Auguste
Rush (2007), film del niño músico callejero abusado por Wizard (Robin Williams) que al final se reúne
con sus padres, músicos ellos también que la vida había separado. Kaki hace
algo parecido a Jordan, con resultados muy suyos. La similitud está en el uso
diferente de la mano izquierda. Se mueve inquieta, toca por sobre el mástil y
suele golpear en diferentes partes a la guitarra, logrando esos particulares
efectos percusivos. Escuchas a una guitarra, pero escuchas algo más y solo es
ella quien toca.
11-Steve Howe
(1947. Holloway, Inglaterra). Otro grande al que sigo con entusiasmo. De vuelta
a los rockeros, a uno excepcional, figura de Yes. Los guitarristas de rock tienen diversas formas de emplear
varias guitarras durante una misma pieza. A veces simplemente cambian el
instrumento. Otras veces utilizan ese dos en uno que se logra con la guitarra
de dos mástiles. Howe emplea una forma que se la he visto únicamente a él. Se
coloca una guitarra al hombro como es habitual. Por delante coloca otra
guitarra apoyada en un atril. Pasa de una a otra moviendo los brazos.
12-Paco De Lucía
(1947, Algeciras España). Y para terminar esta lista de doce que ha podido ser
más extensa, hablemos de un portento. De uno que tuve el privilegio de escuchar
varias veces cuando Caracas era otra ciudad. Cuando Paco toca la guitarra cruza
las piernas y se coloca echado, en postura más digna de un descanso que de otra
cosa. Además, prende un cigarro y mientras, toca. Y lo hace como un ángel. Otra
excepción de la que sabemos costará mucho volver a escuchar algo parecido.
Entre nueve obras de arquitectura y doce formas de tocar la guitarra apenas encontramos patrones comunes. Cada pieza y cada artista construye una forma propia, una forma inigualable. Por eso en arte se habla de destreza y de genio, porque el resultado está indisolublemente ligado a un autor.
La ciencia también tiene autores, aquellos que desarrollan teorías. Sin embargo, una vez que una teoría se descubre y se emplea todos la podemos utilizar en forma impersonal, obedeciendo solamente al lenguaje matemático y lógico que sustentan y explican la teoría científica.
Por todo lo anterior, la excepción es el castigo -la caída- en la ciencia, mientras que es lo más anhelado en el arte.
Entre nueve obras de arquitectura y doce formas de tocar la guitarra apenas encontramos patrones comunes. Cada pieza y cada artista construye una forma propia, una forma inigualable. Por eso en arte se habla de destreza y de genio, porque el resultado está indisolublemente ligado a un autor.
La ciencia también tiene autores, aquellos que desarrollan teorías. Sin embargo, una vez que una teoría se descubre y se emplea todos la podemos utilizar en forma impersonal, obedeciendo solamente al lenguaje matemático y lógico que sustentan y explican la teoría científica.
Por todo lo anterior, la excepción es el castigo -la caída- en la ciencia, mientras que es lo más anhelado en el arte.
Lo que Paz ha
dicho en una frase lo he extendido un poco más. Y lo he hecho, entre otras
cosas, porque las excepciones en arquitectura y en música me resultan
fascinantes.
(1) En 2011, nos propusimos
un ejercicio particular para los cursos de Teoría de la Arquitectura (FAU-UCV).
Escogimos un conjunto de casas del siglo XX: venezolanas, latinoamericanas,
norteamericanas y europeas. Las comparaciones se revelaban siempre
interesantes. Esta experiencia docente fue elaborada en conjunto con la
profesora Melicia Planchart.
Referencias
bibliográficas
NORBERG-SCHULZ,
Christian (2005). Los principios de la
arquitectura moderna. Barcelona, Editorial Reverte.
PAZ, Octavio (1983). El
Ogro filantrópico. Barcelona, Seix Barral.
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