Persona, obra y fidelidad: las tres palabras
no son separables o concebidas aisladamente. Y las tres suponen una idea
preconcebida; o mejor aún, una toma de partido en el sentido activo de la
expresión, una actitud fundamental de CREADOR.
Denis De Rougemont. El Amor y Occidente.
Barcelona, Editorial Kairós, 1993, p. 311.
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