Ando buscando fotos y me encuentro esta. Es un regalo que me hizo la arquitecta y profesora Titi Vargas en la ocasión de un viaje que hizo a Estados Unidos, cuando era todavía estudiante. En el reverso de la foto se lee:
Para el profesor Polito con mucho cariño de Ana Cristina Vargas
En agradecimiento por todo lo que me enseñó.
Fue un hermoso regalo; por el gesto, por la bella foto y por la dedicatoria.
Todavía recuerdo la conversación que tuvimos cuando obtuve este bello regalo. Titi me comentó que también visitó la Tienda Morris en San Francisco. Esta obra es, en cierto sentido, antecedente del Museo Guggenheim de Nueva York. Y de esta segunda obra hablaba yo en las clases de Teoría.
Había despertado la curiosidad de esta brillante jovencita.
Y cabe recordar aquí también como es que llegué a interesarme por esta obra.
La primera persona que me habló de la Tienda Morris fue Jorge Rigamonti, en los incicios de los ochenta del siglo pasado. Estaba yo recién graduado y Jorge me hablaba de esta no muy conocida obra de Wright.
Tiempo después llegó a mis manos ese manifiesto que fue Complejidad y contradicción en arquitectura de Robert Venturi. Quizás el pasaje que más me gusto del libro (hoy es el único que me gusta. El resto me parece desdeñable en buena medida) es la comparación que hace Venturi entre la tienda y el museo de Nueva York. En otro momento me extenderé sobre esto.
Hoy comparto esta bella instantanea y el recuerdo de dos personas queridas. Jorge que nos dejó hace algún tiempo y Titi que trabaja con un enstusiasmo y un talento admirables.
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